sábado, 7 de junio de 2008

Feroz


De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.
- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.
- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.
- No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.

3 comentarios:

Elena Ospina dijo...

Yo también amo las caperucitas!!! esta me encanta

Anónimo dijo...

Me parece fantástico lo que haces. Yo escribo un poco, tengo dos pequeños jueces, muy severos, en casa. Les mostraré tus ilustraciones, seguro les encantarán.
Felicidades.
Sinceramente,
Alina.

teresa RAMOS dijo...

Gracias Elena!Tu lobo "para aguas" es genial. Y tu caperuza sin lobo es chulísima! Tus cuadros también me gustan mucho. Yo soy incapaz de imaginar algo así!

Alina, muchas gracias. Qué miedo, no?Dos jueces en casa! ;) Aunque siempre va bien tener alguno cerca, y más si es severo. Siempre se puede reconstruir de la destrucción!